Bilbao es una ciudad ideal para una escapada en pareja. Su combinación de arquitectura moderna y tradición, junto a la ría, sus rincones tranquilos, la excelente gastronomía y sus vistas panorámicas, ofrecen múltiples posibilidades para disfrutar del romanticismo sin salir del País Vasco. Si estás planeando un viaje con tu pareja, este artículo sobre Bilbao en pareja te dará las claves para organizarlo: desde paseos al atardecer hasta cenas con vistas y experiencias inolvidables para dos.
Si estos planes te parecen pocos, recuerda que tienes nuestra guía completa de Bilbao.
¿Por qué visitar Bilbao en pareja?
Bilbao es una ciudad que sorprende por su ambiente íntimo y relajado. Aunque es una capital moderna y dinámica, conserva la escala humana ideal para recorrer a pie, perderse en sus calles o sentarse a disfrutar de un pintxo en una terraza. Además, la ría y sus puentes le dan un aire parisino, perfecto para una escapada en pareja.
Otro punto a favor es que todo está relativamente cerca. Por tanto, es fácil combinar en un mismo día una actividad cultural, un paseo con vistas y una cena romántica. Y si te gusta la naturaleza, los montes, acantilados y playas están a menos de media hora.
Además, en Bilbao puedes realizar muchísimas visitas guiadas, paseos en barco y free tours. Te dejamos aquí nuestra selección de mejores tours.
Paseos románticos por Bilbao en pareja
Una de las formas más agradables de disfrutar Bilbao en pareja es caminar sin prisas por sus zonas más encantadoras. Aquí tienes algunas ideas que no pueden faltar en vuestro recorrido.
Paseo junto a la ría al atardecer
El paseo que une el Museo Guggenheim con el Ayuntamiento es perfecto para disfrutar de una caminata tranquila al atardecer. La luz dorada reflejada en el agua, el sonido suave de la ría y las esculturas modernas crean un ambiente único. Es un lugar habitual para ver parejas caminando de la mano o sentadas en los bancos.
Casco Viejo: historia y encanto
El corazón histórico de la ciudad, con sus Siete Calles, es otro lugar ideal para una cita. Durante el día puedes pasear por sus tiendas y tomar un café en alguna terraza de la Plaza Nueva. Por la noche, el ambiente se vuelve más íntimo, con pequeñas luces y músicos callejeros que crean una atmósfera mágica.
Puente Zubizuri y Parque de Campa de los Ingleses
El Puente Zubizuri, diseñado por Santiago Calatrava, no solo es un hito arquitectónico, sino también un lugar simbólico para los enamorados. Al otro lado, el Parque de la Campa de los Ingleses ofrece vistas abiertas, césped para tumbarse y rincones perfectos para un picnic romántico.
Miradores imprescindibles para disfrutar en pareja
Contemplar una ciudad desde las alturas siempre tiene algo especial, y en Bilbao las vistas no decepcionan. Aquí te proponemos tres miradores ideales para un momento íntimo y memorable.
Mirador de Artxanda
Subir en el funicular hasta el Mirador de Artxanda es uno de los planes más románticos en Bilbao. Desde lo alto, podrás contemplar toda la ciudad y sus alrededores, especialmente bonito al atardecer o por la noche, con la ciudad iluminada.
- Cómo llegar: Funicular desde la Plaza del Funicular, a cinco minutos del centro.
- Consejo: Sube al anochecer para una vista espectacular con luces encendidas.
Mirador de Kobetas
Un poco más alejado pero con vistas aún más amplias. El Monte Kobetas ofrece panorámicas del estuario, el puerto y buena parte del área metropolitana. Si vais en coche o bicicleta, es ideal para llevar algo de comida y ver el atardecer en completa tranquilidad.
Azotea del Azkuna Zentroa
Aunque menos elevado, la azotea del Azkuna Zentroa ofrece una perspectiva urbana muy interesante. Además, cuenta con bar y zona de relax, lo que lo convierte en una parada ideal tras una tarde de paseo por Indautxu.
Restaurantes con vistas para una cena romántica
Uno de los puntos fuertes de Bilbao en pareja es su excelente gastronomía. Si buscas una cena especial, aquí tienes algunos de los mejores restaurantes con vistas en Bilbao.
Restaurante panorámico del Hotel Domine
Frente al Guggenheim, este restaurante ofrece unas de las mejores vistas de la ciudad. Desde su terraza puedes cenar viendo la ría y el museo iluminado. Es perfecto para una ocasión especial o simplemente para disfrutar de una noche diferente.
- Recomendación: Reserva con antelación, especialmente en fin de semana.
Torre Iberdrola – Yandiola
En el centro de la ciudad, el restaurante Yandiola, ubicado en Azkuna Zentroa, tiene acceso a una de las terrazas más bonitas de Bilbao. No es la más alta, pero sí una de las más elegantes y acogedoras.
Bistró Guggenheim
Una opción más informal pero con estilo. Ofrece cocina vasca moderna y una terraza donde puedes disfrutar de una copa con vistas al Puppy y al museo. Ideal para una comida o cena ligera en un ambiente moderno y artístico.
Planes alternativos para una escapada romántica
Además de paseos y cenas, hay otras actividades que pueden enriquecer vuestra experiencia de Bilbao en pareja.
Paseo en barco por la ría
Desde el embarcadero del Ayuntamiento salen rutas fluviales en barco turístico. Algunas incluyen cena o copa a bordo. Es una forma original de ver la ciudad desde otro ángulo, disfrutando de la calma del agua y del paisaje urbano.
Spa y relax en el centro
El centro Aquadome by Metropolitan, ubicado en plena Gran Vía, ofrece circuitos de spa, masajes en pareja y tratamientos relajantes. Perfecto para desconectar después de una jornada de turismo.
Excursión de día a la costa
Si tenéis más tiempo, una excursión desde Bilbao a lugares como Getxo, San Juan de Gaztelugatxe o Plentzia puede añadir un toque especial al viaje. Son lugares tranquilos, con mar, naturaleza y mucho encanto.
Consejos para una escapada perfecta a Bilbao en pareja
- Mejor época para ir: primavera y otoño son ideales, con temperaturas suaves y menos turismo.
- Dónde alojarse: zonas como Abando, Casco Viejo o Indautxu ofrecen alojamientos con encanto y buena conexión a pie.
- Transporte: no es necesario coche. Todo está conectado por metro, tranvía o a pie.
- Prepara un plan flexible: deja tiempo libre para improvisar, Bilbao tiene muchos rincones que aparecen sin buscarlos.